Desde la ventana de mi hotel contemplo las aguas, quietas igual que papel de plata. Dejo mi habitación y echo a andar por la ciudad en busca del último aprendiz de Ioannis...
-Tú eres Rod, ¿verdad?
-No quiero problemas ¿vale, tío?
-Me dijeron que te encontraría merodeando el Moulin.
-Tranquilo, ya me iba… no tengo nada de dinero, tío…
-No te pongas nervioso, sólo estoy buscando información… podría recompensarte…
- (…) Soy todo oídos…
- Trabajabas para Doumas, ¿son obra tuya estas joyas?
- Sí, pero dejé de trabajar para ese pirado hace semanas, no sé porqué…
- Escúchame bien, chaval, el hombre al que estafasteis con estas joyas está muy enfadado, y es un hombre muy vengativo…
- Trabajabas para Doumas, ¿son obra tuya estas joyas?
- Sí, pero dejé de trabajar para ese pirado hace semanas, no sé porqué…
- Escúchame bien, chaval, el hombre al que estafasteis con estas joyas está muy enfadado, y es un hombre muy vengativo…
- Oye, tío, yo no tengo nada que ver en eso. Se las vendí a un americano, me dijo que se las iba a regalar a su madre, ¿vale?
- ¿Quién era? El americano… ¿quién te compró las joyas? ¿fue Johnny Spiegel?
- (…) No. No se llamaba Johnny. Se llamaba Paul, Paul Spiegel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario