miércoles, 8 de septiembre de 2004

Chennai

Chennai, la vieja Madras, el final de mi viaje. Vikram, un viejo amigo que trabaja de taxista, me recoge en la estación de tren. Me ha ofrecido alojamiento en el pequeño estudio de su primo, que se encuentra viviendo ahora en EE.UU. Durante el trayecto me pone al día sobre otros compañeros de Kalakshetra.

Había pasado tres años allí, descubriendo la cultura india, estudiando su sabiduría milenaria, meditando sobre mi pasado y mi futuro. Allí había encontrado el camino para superar el dolor de la pérdida. Quería volver para quedarme.

No hay comentarios: