martes, 3 de febrero de 2004

Comunicando

-Soy yo. Ya he perdido la cuenta del número de mensajes que te he dejado. También la de los meses que han pasado sin saber nada de ti. Tengo la sensación de haberte perdido otra vez… y eso me da miedo. Me da igual ya el trabajo. Eres mi hermano, y te necesito.

A doscientos metros de mí, ajeno a todo, sin poder imaginarse que alguien lo escucha, Johnny Spiegel trata, infructuosamente, de localizar a su hermano.

-Por favor, cuando escuches este mensaje, de cualquier modo, me da igual cómo, hazme saber que sigues bien.

Cuánto más me acercaba a él, cuánto más conocía de Spiegel, mejor lo comprendía. Comenzaba a sentirme identificado con él. Aquel hombre no merecía lo que le amenazaba. Ahora lo veía claro, debía ayudarle, y sólo había una manera: encontrar a su hermano Paul.

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